HISTORIA DE LA HÍPICA
EL CERRILLO
Las actuales instalaciones que se disfrutan en el Centro hípico el Cerrillo están asentadas en una finca con un largo valor histórico.
Las primeras referencias a esta finca surgen con relación a la Ermita del mismo nombre, situada en la finca y que se construyó durante el S. XV. La ermita ha sido reconstruida en varias ocasiones, la última tras la guerra civil en la que quedo muy dañada y es centro de la Romería de Nuestra Señora de los Desamparados, festividad de San Isidro y la festividad de San Bartolomé donde se celebra la carrera de cintas a caballo.
A principios siglo XX la finca es comprada por José Bueno para la crianza de reses bravas de la ganadería que compra a la Marquesa de Albaserrada las reses de su ganadería y las cría en sendas fincas de Moraleja y Galapagar (El Cerrillo). Los descendientes de José Bueno dan nombre a la Ganadería de Escudero Calvo de reses afamadas a mediados de siglo XX que se lidian en las principales plazas. Posteriormente la ganadería de reses es comprada por Victorino Martín y cambia el nombre del Hierro.
Vestigios de esta etapa son claros en las instalaciones, contando con la plaza de tientas de la ganadería, embarcadero de reses y apartados.
Con el paso de los años la finca se fue dividiendo entre los distintos descendientes y José M.ª Escudero Mayoral y su mujer Rosa Fernández compraron a su familia directa su parte de los terrenos del Cerrillo y en 1989 compraron dos caballos para él y su esposa y salían de paseo por la zona. Muchos paseantes que se encontraban con ellos les preguntaban donde se podían alquilar caballos para pasear y fue el detonante de que adquirieran 4 caballos más que alquilaban para paseos por el campo. Para ello, arreglaron unas antiguas cuadras con 4 boxes además de los otros dos caballos primeros que siempre pastaban en el prado. Posteriormente se arreglan unas vieja cuadras, que están actualmente en zona de la hípica y empiezan a llenarse de caballos de pupilaje.
El Centro Hípico El Cerrillo abrió sus puertas oficialmente en 1993, enclavado en un magnifico entorno natural con un acceso privilegiado a la sierra Norte Madrileña a través de la Cañada Real Segoviana que posibilita realizar rutas a caballo por los distintos pueblos de la sierra de Guadarrama.
Seguidamente, y debido a que se llenan las cuadras viejas, se hacen una serie de boxes delante de lo que ahora son las pistas. Nuevamente se quedan pequeñas las instalaciones, ampliándose con las cuadras y guadarnés detrás de las anteriores, con vestidor y seguidamente hubo que tener unos meses algunos caballos en unas cuadras provisionales mientras se amplían con las cuadras que están entre la plaza de tientas y el molino.
Finalmente se dota a las instalaciones de una pista cubierta de 60x20, que permite la realización de concursos y poder seguir montando incluso los días de lluvia o nieve a cubierto, contando también con iluminación y otros anexos como duchas el molino y silo.
